jueves, 20 de octubre de 2016

UNA VIDA BUENA QUE VALGA SEGÚN JUAN BUENDIA


UNA VIDA BUENA QUE VALGA SEGÚN SAVATER
1.- Introducción: La inmoralidad
Hoy en día generalmente se cree que la palabra inmoralidad es para referirse al sexo, cuando moral según la real academia Española en su primera acepción la indica como un adjetivo "perteneciente o relativo a las acciones de la personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva".
El autor lo explica con ejemplos al inicio del octavo capitulo:
Imagínate que alguien te informa de que tu amigo Fulanito o tu amiga Zutanita han sido detenidos por «conducta inmoral» en la vía pública. Puedes estar seguro de que su «inmoralidad» no ha consistido en saltarse un semáforo en rojo, o en haber dicho a alguien una mentira muy gorda en plena calle, ni tampoco es que hayan sustraído una cartera aprovechando las apreturas urbanas. Lo más probable es que el salido de Fulanito se dedicase a palmear con rudo aprecio el trasero de las mejores jamonas que se fueran cruzando en su camino o que la descocada de Zutanita, tras unas cuantas copas, se haya empeñado en mostrar a los viandantes que su anatomía nada tiene que envidiar a la de Sabrina o Marta Sánchez. Y si alguna persona de las llamadas «respetables» (¡como si el resto de las personas no lo fuesen!) te anuncia en tono severo que tal o cual película es «inmoral», ya sabes que no se refiere a que aparezcan varios asesinatos en la pantalla o a que los personajes ganen dinero por medios poco limpios sino a... bueno, tú ya sabes a lo que se refieren estafa.
Cuando la gente habla de «moral» y sobre todo de «inmoralidad», el ochenta por ciento de las veces —y seguro que me quedo corto— el sermón trata de algo referente al sexo. Tanto que algunos creen que la moral se dedica ante todo a juzgar lo que la gente hace con sus genitales. (Savater, 1991, p.46)
Continuando con lo que nos dice Savater el sexo no es inmoral, ya que, lo que hace disfrutar a amabas partes y no lastima a ninguno no tiene nada de malo; por otro lado uno puede comportarse inmoralmente en el sexo por ejemplo si lo utiliza para provocar daño o estafado por otra persona
También nos dice que el no limitarla únicamente a su función fundamental "la procreación", es lo que nos diferencia de los animales, por eso existe tanto refinamiento y símbolo entorno a esta actividad, incluso hacemos lo mismo con la comida y el ejercicio, por eso se ha creado la gastronomía y los deportes buendia aservi.
2.- Los placeres y la alegría de juan buendia.
La obsesión a la inmoralidad demuestra que el hombre tiende a tener miedo al placer, sobre todo al sexual por ser el mas intensos entre los demás, el motivo de esta actitud tiene bastante sentido; aficionarse al deleite de un placer dejando de lado todo lo demás podría significar "no durar mucho vivo" como nos enseña la fabula "La cigarra y la hormiga" donde la cigarra por dedicarse a los placeres (cantar y bailar) no guarda alimentos ni busca guariada para la estación fría juan carlos buendia.


De igual manera Savater (1991) nos ilustra:
La existencia humana ha sido en toda época y momento un juego peligroso y eso vale para las primeras tribus que se agruparon junto al fuego hace millares de años y para quienes hoy tenemos que cruzar la calle cuando vamos a comprar el periódico. El placer nos distrae a veces más de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal.
Por eso los placeres se han visto siempre acosados por tabúes y restricciones, cuidadosamente racionados, permitidos sólo en ciertas fechas, etc.: se trata de precauciones sociales (que a veces perduran aun cuando ya no hacen falta) para que nadie se distraiga demasiado del peligro de vivir.
No es bueno dejar de disfrutar la vida solo por miedo que el placer resulte tan irresistible que termine tomando control de la vida. Ningún extremo es bueno, ningún fanatismo es bueno, los puritanos por ejemplo tienen una malsana idea sobre la buena vida, para ellos pasarlo mal es vivir bien.
Incluso si frecuentemente se hace a un lado los placeres, cuándo se disfrutaría de la vida; no es necesario buscar los placer sino disfrutar con todo lo que te rodee.
El placer tiene aspectos positivas como "aliviar el estrés, disolver el miedo", de hecho son buenos siempre y cuando no supongan un peligro para la vida. Por este motivo hay que saber cuando, y en que cantidad es aceptable juan buendia.
El placer debe estar al servicio de la alegría, si un placer te aleja de esta, se estaría por el mal camino. A esto se le llama templanza, disfrutar inteligentemente.
Finalmente Savater concluye con una genial reflexión
A quien te diga que los placeres son «egoístas» porque siempre hay alguien sufriendo mientras tú gozas, le respondes que es bueno ayudar al otro en lo posible a dejar de sufrir, pero que es malsano sentir remordimientos por no estar en ese momento sufriendo también o por estar disfrutando como el otro quisiera poder disfrutar. Comprender el sufrimiento de quien padece e intentar remediarlo no supone más que interés porque el otro pueda gozar también, no vergüenza porque tú estés gozando. Sólo alguien con muchas ganas de amargarse la vida y amargársela a los demás puede llegar a creer que siempre se goza contra alguien. Y a quien veas que considera «sucios» y «animales» todos los placeres que no comparte o que no se atreve a permitirse, te doy permiso para que le tengas por sucio y por bastante animal.(p.49 -50)
CONCLUSIÓN
El buen placer hace que una vida valga la pena, siempre y cuando no nos aleje de la alegría, o ponga en peligro nuestras vidas, o se convierta en una adicción malsana. Si nos toca disfrutar no hay que resistirse, tampoco busquemos obsesivamente el placer forzando situaciones juan carlos buendia aservi.
REFERENCIAS
Savater, F. (1991). Ética para Amador. Barcelona, España: Ariel Buendia.


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